domingo, 14 de outubro de 2007

DESEO


Sólo tu corazón caliente,
Y nada más.

Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja.

Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas.

Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos.

Y tu corazón caliente,
Nada más.

Federico García Lorca

UMA TARDE


A Lua refugiou-se na montanha
deixando-nos velada claridade;
esta luz amorosa que nos banha
encheu minh'alma de suprema bondade.
Senti todas as folhas se agitarem
cantando no silêncio uma canção,
e senti meu espírito afastar-se
as asas perseguindo de uma bela ilusão.
Recostado no musgo umedecido
senti o meu espírito volver;
nos sonhos nunca mais tenho sentido
a celeste doçura daquele entardecer.

Pablo Neruda